Otra de las actitudes de las que habla Jon Kabat-Zinn que es necesario cultivar, además de la que hablaba en el post del mes pasado, es la confianza. La confianza en que la práctica de Mindfulness te va a llevar a buen puerto. Y esto no siempre es fácil de asumir, acostumbrados a vivir en la sociedad de la inmediatez y del control.
Actitud Mindfulness: La confianza
Confiar tiene que ver con vivir con “fe”, con fiarse de que algo que no sabemos con certeza va a funcionar. Y esto es una habilidad que se puede cultivar. Saber que no saber lo que va a pasar, y sin embargo confiar en que eso que sucederá, saldrá bien.
Esto a veces se puede confundir con estar convencido de una cosa, pero no es lo mismo que tener confianza. A veces podemos no estar convencidos de algo pero confiamos en que va a ir bien. Por ejemplo, puedes iniciar una relación y puedes no estar convencido al 100% de que esa relación va ir bien, pero sin embargo confías en que esa en el futuro irá bien.
De Mindfulness se dice que es bueno para muchas cosas y que hay evidencia científica. Pero cuando te pones a meditar, no es como una pastilla que meditas y todo cambia de repente… Mindfulness es un carrera de fondo en la que tienes que confiar que esos beneficios llegarán a tu vida. Es como plantar una semilla y cuidar durante un tiempo hasta que un día, de manera “mágica” aparecen los primeros brotes.
No obstante, la confianza nace en nosotros, no tiene que ver el afuera, con lo que ocurre a nuestro alrededor. Normalmente nos sentimos confiados cuando las cosas salen como nosotros nos esperábamos, y dejamos de confiar y empezamos a dudar cuando el mundo no responde a nuestras expectativas. Pero eso no es confiar, eso es apostar a caballo ganador donde no hay ningún riesgo.
Confiar implica andar con seguridad más allá de la certidumbre, y aprender a gestionar el miedo que nos acompaña en cada paso que damos, sin saber qué ocurrirá en el momento siguiente.
Y esto es lo que ocurre cuando se medita, no sabemos cuál será el siguiente paso, y sin embargo, si continuamos cultivando cada momento, aparecen los cambios, los resultados. ¿Cuándo? Eso es lo que no se puede predecir, y en eso también radica la gracia de la meditación, en avanzar más allá de la certeza.
Cuando aprendemos a cultivar la confianza en la meditación, en nosotros mismos, esa actitud de confianza se extiende, poco a poco, a otros ámbitos de la vida. A una forma diferente de afrontar el día a día: el trabajo, las relaciones personales…, en definitiva, en cada momento de la vida.
Y como si fuera un boomeran, esa forma de estar en el mundo hace que los demás nos perciban también como personas en las que confiar.
Citando a Jon Kabat-Zinn: “Paradójicamente, cuanto más cultivemos esta confianza, más fácil nos parecerá confiar en otras personas y ver también en ellas su bondad básica.”
Cómo cultivar la confianza
¿Y la pregunta del millón? ¿Cómo podemos empezar? Pues un primer paso para cultivar la confianza es escuchar a nuestro cuerpo, este sabio compañero de viaje que tenemos tan a mano. Escuchar las sensaciones que nos llegan en cada momento y ante cada situación.
Cultivar la confianza a través de la meditación nos abre la puerta a nuestra esencia.
El cuerpo es sabio, como dirían mis abuelas, y es ese vehículo el que nos abre la puerta de nuestra intuición, de nuestra sabiduría interna, y al que hay que aprender a escuchar.
Y esta escucha del cuerpo es todo un proceso de aprendizaje personal. De quitar aquellos prejuicios, ideas, que nos molestan para llegar a reconocernos realmente y poder mostrarnos sin aderezos, abiertos a nuestra autenticidad y confiando en nuestra propia fuerza y belleza.
Recuerda, confía porque al final todo sale bien, y sino es que no era el final.
Aquí te dejo un vídeo de Jon Kabat-Zinn hablando sobre la actitud de confianza cuando practicamos Mindfulness.
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Gracias Almudena, buenas reflexiones sobre la confianza. Yo he tenido que confiar mucho para salír adelante. Hay una frase que recuerdo; Confianza es creer en ti cuando nadie más lo hace. Es fácil confiar cuando todo va bien.
En cuanto a la confianza en Mindfulness, doy fe de ello y de lo enriquecedor que fue realizar un curso de Mindfulness contigo.
Los resultados se notan con el tiempo.
Lo primero, gracias a ti por tu comentario, Fernan.
Lo segundo es que es de valientes creer en uno mismo cuando nadie lo hace. Así que mi enhorabuena!!
Y sigamos confiando en estos tiempos tan revueltos…:-)