Una vez, hace ya unos cuantos años, una persona me dijo: “Un joven sin preguntas será un adulto sin respuestas”. Me gustó mucho la frase, pero me gustó más la respuesta de mi primo al hilo de esto, que me dijo: “Un adulto sin preguntas estaría muerto”.
Y no puedo estar más de acuerdo con mi primo, porque una persona que no se cuestiona las cosas que suceden en su vida, deja de aprender, deja de crecer y poco a poco la monotonía invade su vida, convirtiéndola en una muerte lenta.
Cuando somos pequeños pasamos por la etapa del “¿Por qué?”, que vuelve locos a los padres. Y después, ¿qué ocurre con esa curiosidad? ¿Con ese plantearse las cosas? Poco a poco vamos dando por sentado que las cosas tienen que ser así porque sí…
¿Os podéis imaginar un abeja que no prueba el néctar de nuevas flores? ¿O un perro que deja de olisquear todo porque ya ha olido mucho en su vida? ¿O un águila siempre alrededor de la misma montaña? Yo no puedo, y sin embargo es lo que hacemos nosotros. Dejamos de investigar, de preguntarnos cosas, de experimentar porque damos por supuesto que lo que sucede es lógico, cuando no es cierto. La vida está en continuo movimiento y una cosa que es cierta hoy, puede no serlo mañana.
De hecho, uno de los motores de la Ciencia se basa en preguntarse por qué sucede lo que sucede y qué pasaría si se cambiara algo.
¿Por qué los libros tienen que ser rectangulares? ¿No pueden ser redondos? ¿De qué otros materiales pueden estar hechos los coches? ¿Se podría cultivas sandías cuadradas? Nuevas preguntas que llevan a nuevos resultados.
¿Y qué pasa con nuestra vida? Damos por sentado que las cosas son así porque sí. Pero esto no es cierto. Todo a nuestro alrededor cambia, y sobre todo cambiamos nosotros.
Así que de vez en cuando está bien que tu curiosidad se dirija hacia ti mismo y revisar : ¿Para qué sigues haciendo eso que no te gusta? ? ¿Qué es lo que da sentido a tu vida? ¿Qué es lo que te gustaría estar haciendo en este momento? ¿Qué es lo que te lo impide?
Tampoco es cuestión de volverse loco. Pero de vez en cuando está bien darle un repasito a nuestra vida, y ser nosotros los que lideremos nuestra vida y no se la vida la que nos arrastre a nosotros.